RGPD y Menores en Redes Sociales: Obligaciones, Consentimiento y Protección Digital

En un mundo donde los niños y adolescentes navegan por redes sociales desde edades cada vez más tempranas, la protección de sus datos personales se ha convertido en una prioridad legal y ética. El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) establece normas específicas para el tratamiento de datos de menores, especialmente en entornos digitales. Pero ¿qué obligaciones tienen las plataformas? ¿Qué papel juegan los padres? ¿Y cómo se gestiona el consentimiento de los menores?

¿Qué dice el RGPD sobre los menores?

El RGPD reconoce que los menores merecen una protección especial, ya que pueden ser menos conscientes de los riesgos, consecuencias y derechos relacionados con el tratamiento de sus datos personales.

  • Edad mínima para el consentimiento digital: El RGPD establece que los menores de 16 años no pueden dar su consentimiento por sí mismos para el tratamiento de sus datos en servicios de la sociedad de la información (como redes sociales). Sin embargo, los Estados miembros pueden reducir esta edad hasta los 13 años. En España, la edad mínima es de 14 años.

Obligaciones de las plataformas digitales

Las redes sociales y otras plataformas dirigidas a menores o que puedan ser utilizadas por ellos deben cumplir con una serie de obligaciones específicas:

1. Verificación de edad y consentimiento

Deben implementar mecanismos razonables para verificar la edad del usuario.

Si el usuario es menor de la edad mínima, deben obtener el consentimiento verificable de los padres o tutores.

2. Transparencia y lenguaje claro

Las políticas de privacidad deben estar redactadas en un lenguaje comprensible para menores.

Deben explicar claramente qué datos se recogen, con qué finalidad y cómo se pueden ejercer los derechos.

3. Limitación del tratamiento

No se deben recopilar más datos de los necesarios.

Está prohibido el uso de datos de menores para fines de marketing directo o elaboración de perfiles sin consentimiento explícito.

4. Diseño y configuración por defecto

Aplicar el principio de “privacidad desde el diseño y por defecto” (privacy by design and by default).

Las cuentas de menores deben tener configuraciones de privacidad más restrictivas por defecto.

Rol de los padres y tutores

Los padres tienen un papel fundamental en la protección de la privacidad digital de sus hijos. Algunas responsabilidades clave incluyen:

Supervisar el uso de redes sociales: Conocer qué plataformas usan sus hijos, cómo funcionan y qué datos recopilan.

Educar sobre privacidad: Enseñar a los menores a no compartir información personal innecesaria y a configurar adecuadamente sus perfiles.

Ejercer derechos en nombre del menor: Los padres pueden solicitar el acceso, rectificación o eliminación de los datos de sus hijos menores de 14 años.

¿Cómo se gestiona el consentimiento en la práctica?

La gestión del consentimiento parental es uno de los mayores retos para las plataformas. Algunas estrategias utilizadas incluyen:

Formularios de consentimiento firmados digitalmente.

Verificación mediante tarjeta de crédito (sin cobro).

Envío de un código de verificación al correo electrónico del padre o tutor.

Videollamadas o identificación oficial en casos más sensibles.

Sin embargo, muchas plataformas aún no cumplen adecuadamente con estos requisitos, lo que ha generado investigaciones y sanciones por parte de autoridades de protección de datos.

Casos reales y sanciones

En 2023, TikTok fue multada con 345 millones de euros por la autoridad irlandesa de protección de datos por no proteger adecuadamente los datos de menores y por no verificar correctamente la edad de los usuarios.

En España, la AEPD ha emitido advertencias a plataformas que permiten el registro de menores sin mecanismos de verificación efectivos.

Estos casos demuestran que el cumplimiento del RGPD no es opcional, y que la protección de los menores es una prioridad para los reguladores.

La protección de los menores en redes sociales es una responsabilidad compartida entre plataformas, padres y legisladores. El RGPD ofrece un marco sólido, pero su efectividad depende de la implementación práctica y del compromiso de todos los actores implicados.

Las plataformas deben diseñar entornos seguros y transparentes. Los padres deben educar y supervisar. Y los menores, poco a poco, deben aprender a ejercer sus derechos digitales.